viernes, 9 de junio de 2017

Criterios para la organización del espacio exterior


El espacio exterior es un lugar abierto en el que la niña y el niño encuentran oportunidades y recursos para poner de manifiesto su iniciativa y creatividad probablemente con más libertad para realizar actividades individuales y colectivas.

Pensar que el proceso de enseñanza - aprendizaje se limita al aula, es tener una visión limitada de la educación ya que todos los espacios tienen un potencial educador que debe ser aprovechado en la práctica pedagógica cotidiana.

En el área urbana muchas veces no se cuenta con un espacio exterior que ofrezca a las niñas y niños otras oportunidades de aprendizaje, por eso es frecuente que salgan a un parque o a algún lugar abierto aledaño.

En la zona rural, en cambio, se cuenta con espacios exteriores y su implementación favorece tanto el desarrollo motor y la recreación como la organización de otros sectores de interés que complementan los del aula, por ejemplo, la crianza de animales y el huerto.



Es  conveniente que el espacio al aire libre esté limitado por un cerco que evite posibles accidentes o que algún pequeño  extrañando su casa aproveche un descuido involuntario para regresar a ella.

El ambiente exterior puede ser acondicionado con troncos de árbol, llantas, sogas, laberintos que propicien el juego libre de las niñas y niños. También podemos tener en una caja elementos que permitan juegos que, además de proporcionar alegría a los niños, son apropiados para la coordinación motriz como son los yaxes, los zancos, la pelota, las sogas para saltar, entre otros.




Otra alternativa complementaria a la organización de  aula, es la organización de  una huerta y de un espacio para criar animales. Estos espacios posibilitan desarrollar, actividades que preparan a los niños y las niñas para la vida de adultos y de las que, en algunos casos, ya han tenido experiencias previas en su hogar.

Criterios para la Organización del espacio interior


El Ministerio de Educación menciona que para propiciar el desarrollo de las capacidades físicas, intelectuales, sociales y emocionales de las niñas y de los niños inmediatamente surge la necesidad de crear el ambiente propicio para el aprendizaje y junto con ello la organización de los espacios donde se realicen múltiples experiencias. Esos espacios pueden ser cerrados o abiertos, ambos con un potencial que es necesario descubrir y aprovechar al máximo.

El ambiente cerrado, el aula, es motivo de preocupación para quién, cada año, trata de introducir modificaciones que la hagan más funcional, más atractiva para las niñas y los niños. Uno de los aspectos del aula es el físico o arquitectónico y está relacionado con sus dimensiones que, algunas veces, es amplia y en otra pequeña o con una forma irregular que probablemente condicionaría el proyecto de organización original. Cuando el espacio es reducido, el estudio del ambiente debe ser más minucioso para poder obtener el mayor provecho posible, al realizar la distribución del material y el mobiliario. Un ambiente interior estrecho, muchas veces, es compensado con un ambiente exterior más amplio.



Existen otros aspectos a tener en cuenta, además de las dimensiones de los ambientes; es preciso tener en cuenta lo relativo a la iluminación, ventilación y seguridad. Ambientes con adecuada iluminación natural, ventilados y que ofrecen seguridad siempre son criterios importantes de considerar en el momento de elegir el lugar donde interactúan niños, niñas y docente.

No sólo las condiciones físicas de los ambientes son criterios importantes para su elección u organización. Es imprescindible tener en cuenta las necesidades de las niñas y niños para elegir un ambiente o para organizarlo. En este sentido, la literatura especializada nos señala que algunas de las necesidades de las menores y los menores son las siguientes:

  • Necesidad de autonomía o la capacidad de valerse por sí mismo. A medida que crecen la niña y el niño van logrando nuevas conquistas intelectuales, motrices, sociales y emocionales que le permiten una mayor independencia del adulto. Esta necesidad guarda relación con sus desplazamientos, elecciones, toma de decisiones, etc. Su necesidad de desplazamiento, generalmente producto de su inagotable energía, requiere de espacios donde pueda moverse libremente por lo que un ambiente estrecho con mucho mobiliario impide satisfacer este deseo y frecuentemente produce conflictos.
  • Necesidad de relacionar lo individual con lo colectivo. Las múltiples actividades que se realizan diariamente brindan oportunidades para el trabajo individual, en pequeños grupos y en el grupo total. La organización del ambiente debe permitir estas distintas formas de trabajo atendiendo y respetando las preferencias de las niñas y niños en su proceso de socialización e individualización.
  • Necesidad de descubrir. El niño es un investigador por excelencia y en todo momento demuestra su curiosidad por el entorno. Por este motivo es necesario incorporar periódicamente nuevos elementos que satisfagan sus necesidades de exploración, de manipulación, de conocer el mundo que lo rodea y que a la vez contribuyan a su desarrollo sensorial, perceptual, motor, de comunicación y cognitivo. El ambiente se convierte así en una fuente permanente de conocimiento en el que se mezclan objetos de la vida real con otros que son producto de la imaginación; los que propician la coordinación motora fina con los relacionados con aspectos cognitivos.
Otro aspecto que debemos considerar es que si se parte del concepto de que el aula es un ambiente, un espacio lleno de vida y de movimiento en el que, el niño y la niña, se sienten felices, mientras disfrutan y aprenden, entonces debemos reflexionar y analizar con detenimiento la forma en que dispondremos los materiales para lograr este propósito. En ese sentido, es conveniente precisar que la organización de los rincones o áreas no debe responder a un patrón único, más bien, en cada lugar, es necesario que adopten características particulares en función de los patrones culturales, los recursos disponibles, los criterios propios de los agentes educativos y las características, necesidades e intereses de las niñas y de los niños.


¿Cómo podemos organizar nuestra aula?

El primer paso será determinar las condiciones del aula, si necesita pintura o sólo una limpieza profunda. 

Luego pensar en cómo distribuir el mobiliario para que permita la libre circulación de los alumnos, lo que será motivo de diseñar en un croquis la posible ubicación de cada mueble.A continuación debemos hacer un inventario de los materiales con los que se cuentan separando los materiales que estén en buen estado de aquellos que necesitan ser separados. Este trabajo puede dar lugar a un taller de material educativo con participación de padres  y madres de familia en el que,además de arreglar los elementos deteriorados, se confeccionen entre otros.

Finalmente hay que decidir donde se ubicarán los materiales. Este es el momento en el que, con la participación de las niñas y niños, se organizarán los espacios de aprendizaje del aula. La participación de los alumnos contribuirá a hacer el ambiente más atractivo para ellos porque responderá, en gran medida a sus intereses.

Esto  no quiere  decir  que  esta  distribución  permanezca  inalterable durante todo el año, los nuevos intereses y experiencias harán que ellos mismos sugieran cambios. Pero la participación de las niñas y de los niños no nos exime de la responsabilidad de preparar un ambiente acogedor para recibirlos.

Cuando los niños son más pequeños y recién llegan a un ambiente nuevo es importante que encuentren en él motivos que los ayuden a adaptarse a esta nueva experiencia extra familiar. Por ello podemos comenzar por organizar por lo menos dos áreas, para poner los materiales de que disponemos, a las que luego podremos ir incorporando otras nuevas en función de las necesidades e intereses de las niñas y de los niños. Para este grupo de edad generalmente los rincones o sectores más interesantes son los conocidos como el de las dramatizaciones y el de construcciones.


  • El sector dramatizaciones es uno de los que permanecen todo el año aunque está sujeto a modificaciones de acuerdo con el deseo e interés de las niñas y niños. Así, en un momento puede ser la casa, luego la tienda, el mercado o el teatro.   Este espacio ofrece la oportunidad de desarrollar experiencias de juego simbólico, característico de esta etapa, donde la niña y el niño representan situaciones diversas de vida cotidiana: oficios, costumbres, tradiciones de su comunidad desarrollando su capacidad de expresión sus habilidades sociales y su autonomía, entre otras.








El sector de construcción da la posibilidad tanto para el juego individual como para el de grupo. Aquí las niñas y niños planifican y hacen construcciones o exploran los materiales, los comparan, clasifican y agrupan horizontal o verticalmente.




lunes, 5 de junio de 2017

Características de los espacios físicos en los centros educativos


Laorden C., y Pérez C.  (2002) menciona que “el espacio y su distribución no es algo superfluo o meramente decorativo sino que es, sobre todo, una manera de facilitar la consecución de los objetivos a los alumnos y adaptar la metodología que en cada momento estamos llevando a cabo”Así mismo menciona algunas características de los espacios físicos  en los centros educativos.

Algunas características son:
  • Estos espacios deben ser espacios higiénicos  de fácil acceso, seguros, bien iluminados cuyo colorido y textura contribuyan a crear un ambiente agradable, alegre y cálido.
  • Deben ser bien planificados según el tipo de actividad que se vaya a realizar en cada momento, dando respuesta individualizada y ajustada a las necesidades específicas de los niños.
  • Deben ser espacios adaptados a las características de las personas que conviven en ellos facilitando el acceso a aquellos alumnoscon necesidades especiales para moverse en el centro con seguridad y puntos de referencia claros (eliminando barreras arquitectónicas y adaptando el mobiliario, la iluminación, las texturas, etc.
  • Los materiales deben ser vistos adecuadamente desde la altura de la mirada de los niños en sus diferentes edades.
  • Posibilidad de admitir usos diversificados así como cambios en las estructuras a través de tabiques móviles, cortinas, biombos, puertas correderas
  • El material educativo debe estar supeditado al proyecto curricular del centro y a las programaciones de aula
  • Tanto el mobiliario como los materiales tendrán muy planificada su accesibilidad, cuidado, mantenimiento, visibilidad, etc.


¿Qué es el Ambiente físico escolar?


Es el espacio físico en donde se desarrolla el proceso de aprendizaje y enseñanza y si este es adecuado proporciona un gran estímulo para el desarrollo de todas las capacidades de los alumnos , así mismo  favorece la autonomía y motivación del equipo de profesores.

Según Laorden C., y Pérez C.  (2002) menciona que el espacio debe ser un elemento más de la actividad docente y, por tanto,  es necesario estructurarlo y organizarlo adecuadamente.


El ambiente físico  educativo o contexto  educativo posee sus propias estructuras (límites físicos, atributos funcionales, recursos disponibles, etc.) los cuales  facilitan, limitan y ordenan la conducta de los estudiantes; es decir favorece las relaciones entre los niños.Así mismo  es  considerado como un contexto de aprendizajes y de significados. Estas dos reflexiones conlleva a mencionar lo siguiente:


  • Todo lo que el niño hace o aprende tiene lugar en un espacio que, por sus características positivas o negativas, repercute en su aprendizaje con distintos niveles de posibilidades y limitaciones para su desarrollo. 
  • Como contexto de significados la organización del aula, relacionada con la distribución del equipamiento, tiene gran influencia en la acción educativa. Esto nos exige la toma de conciencia de que la organización de los ambientes influye en el logro de determinados aprendizajes. De esta manera el ambiente educativo, bien puede constituir un verdadero laboratorio que ofrece muchas y variadas experiencias (científicas, de comunicación, etc.) o, contrariamente, puede convertirse en un lugar de actividades rutinarias que no motivan la participación activa de las niñas y de los niños.

El ambiente puede ser de tres tipos:

-Aúlico es decir las actividades enseñanza-aprendizaje se desarrolla en clase.

-Real es espacio capacitado para interactuar con ellos.

-Virtual es espacio donde se utiliza las nuevas tecnologías para la comunicación e información.


Cualquier ambiente de la escuela es susceptible a ser un espacio educativo.



La creatividad puede ayudar a sacar provecho de espacios comunes como pasillos, rincones, escaleras, vestíbulos,patios o jardines... lo que nos permitirá establecer espacios para exponer, espacio para nuestras cosas, para mirar, para descubrir... rincones de actividades diferentes y  talleres para experimentar. De esta manera multiplicamos los recursos y ampliamos su utilización. No hay razón para que el aula sea siempre el espacio fijo tradicional. Podemos organizar rincones y espacios educativos fuera del aula alejándonos de un centro aburrido, uniforme, monótono, lleno de espacios estáticos, iguales año tras año.




Bienvenid@s a mi blog

Bienvenid@s al blog de la Asignatura Psicología del Aprendizaje que se realiza en el IV ciclo de la Universidad Privada Antenor Orrego 



Debemos saber que son muchos los factores que influyen en el aprendizaje del niño,uno de ellos es el ambiente físico.
Por ello aquí podrás  conocer  todo lo relacionado con el Ambiente físico de los centros educativos y su influencia en el aprendizaje de los niños.